Friday, October 31, 2014

"Como datos de interés, destacar de mi agresor su activa lucha comunista y en grupos de izquierdas"

Hoy traemos una experiencia de violencia de género, una situación que ocurrió teniendo ella 15 años, dos años atrás, y que todavía hoy recuerda con temor. 

Sufriste una experiencia de violencia de género, ¿durante cuánto tiempo la sufriste y cómo podrías presentarnos a tu agresor? (edad, características físicas o datos de interés…)
La sufrí sólo durante seis meses, poco tiempo para lo que podría haber sido. Mi agresor tenía 15 años cuando pasó, iba a pasar a cuarto de ESO. Como datos de interés destacar su activa lucha comunista y en grupos de izquierdas.

¿Cómo y cuándo lo conociste? ¿Qué edad teníais y cuánto tiempo hace de lo ocurrido?
Lo conocí cuando él tenía 14 y yo 15, nos presentaron porque era amigo de un chico con el que me juntaba. Unos meses después, empezamos a salir.
De lo ocurrido hace dos años, más o menos.

¿Cómo comenzó la violencia? ¿Empezó desde el primer momento?
La violencia de género empezó desde el primer momento que le dije que me gustaba. Primero con una actitud chulesca que daba a entender su superioridad frente a mí, a las pocas semanas de empezar la relación empezaron las descalificaciones, los insultos: el maltrato psicológico.

Durante la etapa en la que fuiste maltratada, ¿eras consciente de ese maltrato?
No. Mis amigas me decían que lo dejase y que merecía algo mejor, pero no llegaba a entender su opinión.

¿Pediste ayuda durante la relación? ¿Alguien se dio cuenta de lo que estabas sufriendo?
No pedí ayuda nunca porque no era consciente de ello; pensaba que si me decía que no hiciera algo, era por mi bien.
Sí, como he dicho anteriormente, algunas de mis amigas me aconsejaban dejarlo y luego a mi madre no le gustaba nada la relación.

¿Cuáles fueron las formas de maltrato que sufriste por parte de tu agresor? ¿Hubo maltrato físico?
La mayor parte fue maltrato psicológico (insultos, descalificaciones, prohibiciones...). Hubo más de un forcejeo a lo largo de la relación.

¿Podrías contarnos alguno de los episodios de violencia que recuerdes?
Recuerdo numerosos episodios de violencia. De violencia psicológica recuerdo numerosas conversaciones en las cuales me prohibía comer para no engordar, también recuerdo que no me dejaba probarme cierto tipo de ropa cuando íbamos a tiendas.
Me marcó mucho un episodio en el cual se cabreó conmigo durante días porque salí con mis amigas y sin él. Siempre tenía que estar él presente cuando salía a la calle con alguien que no fuesen mis padres.
El último momento que recuerdo de violencia fue un intento de violación en su casa, durante el forcejeo me levantó la mano en diversas ocasiones.

¿Te forzó a tener relaciones sexuales en algún momento (por lo que también serías víctima de violación)? ¿Qué importancia tenía el sexo en la pareja?
Como he dicho anteriormente, intentó forzarme. Recuerdo el día perfectamente:
Fiestas en nuestra ciudad, yo quería salir pero como su casa estaba sola me obligó a ir. Él había comprado condones y tenía total intención de usarlos. Una vez allí y a pesar de mis continuas negaciones y llantos, nos desnudó a ambos totalmente. Recuerdo estar contra la pared y él a poquísimos centrimetos haciéndose una paja, diciéndome lo estrecha y mal novia que era por que iba provocándole y luego decía que no. Cuando paró de insistir (tras casi una hora de forcejos, tocamientos e insultos), me pidió que se la chupara, me negué y me la metió en la boca a la fuerza. Sentía como me ahogaba, fue horrible. Para terminar, se corrió encima de mi abdomen a pesar de que le pedí que no casi a gritos, pero eso no iba a terminar ahí:
“Mira como te he dejado, ahora te metes en la ducha conmigo y no me digas que no”.
No podía decirle que no, tenía miedo. En la ducha, me volvió a obligar a chupársela aunque yo me había vuelto a negar.
El sexo tenía muchísima importancia para él, siempre que su casa estaba sola había que ir y hacer lo que se le antojase (bajo mi voluntad o no).

¿Había algo que te prohibía o te obligaba a hacer durante la relación?
Al principio no, pero conforme avanzaba la relación sí casi todos los momentos de liarnos, tocamientos, etc. eran obligados porque tenía miedo.
Prohibirme directamente no, prohibirme con chantaje psicológico muchísimas cosas:
“No comas tanto que vas a engordar y no me vas a gustar”.
“No salgas sola con tus amigas porque vas a ligar y no quiero que me dejes por otro”.
“Si no vas a hacer nada que tengas que ocultarme, ¿por qué no puedo irme con tus amigas y contigo?”
Compartíamos, en parte, ideologías políticas pero yo no podía opinar sobre ello. Su opinión era mejor por el simple hecho de ser suya. “Sólo dices tonterías, cállate”.

¿Llegó a aislarte de tus amistades?
Intentó hacerlo y consiguió que algunas personas dejaran de hablarme puesto que lo poco que salía con ellos, él se venía. Para algunas personas pasé a ser la novia de.

¿Te hizo sentir en alguna ocasión que estabas perdiendo tu identidad como persona? ¿Cómo te sentiste al respecto y qué formas utilizaba para conseguirlo?
Sí. Mi música era una mierda, mi opinión era una mierda, lo que escribía era una mierda, lo que leía era una mierda, la ropa que me gustaba era una mierda. Lo bueno es lo que le gustaba a él y yo tenía que ser como él.
Me sentí muy confundida, no entendí durante todo ese tiempo qué hacía mal. Utilizaba las menospreciaciones hacia todo lo mío, los insultos...

¿Cómo conseguiste poner fin a la relación? Después de terminar ¿él siguió con actitud de acoso o pudo respetar tu decisión?
Le puse fin cuando le conté todo a un amigo que no sabía nada y me hizo ver que eso no era un novio, que no me quería, que no era una relación sana. También por las promesas que hacía y no cumplía.
Después de terminar siguió con su actitud de acoso, me pasaba fotos de cortes en las muñecas con la forma de mis iniciales. Ahora mismo, dos años después, me lo he cruzado por la calle y me ha vuelto a decir que no coma tanto. No ha dejado de ser mi acosador aunque lo vea cinco minutos cada cuatro meses.

¿Cuándo fuiste consciente de que habías sido víctima de violencia de género? ¿Cómo te sentiste al darte cuenta?
Fui consciente de que había sido víctima de violencia de género al mismo tiempo que fui consciente de qué era el feminismo. Me sentí muy idiota y engañada por la sociedad. No soy yo la única que ha estado durante muchísimo tiempo pensando que era la peor mierda del mundo por no saber complacerlo.

Por último, ¿qué le dirías a alguien que está pasando o haya pasado por una situación similar?
Que pida ayuda y que no intente frenarlo, que corte de raíz. También que sea valiente, que tiene un montón de gente detrás apoyándole y que le va a creer.

Desde MandaMorada queremos enviar todo nuestro apoyo a las que habéis pasado por una situación parecida. Y deciros que una situación tan horrible no tiene por qué condicionar vuestra vida. No estáis solas y con el apoyo mutuo, conseguiremos visibilizarlo y acabar con casos así. Gracias por ser tan valientes, ¡estamos con vosotras!

Saturday, October 18, 2014

Lobas



Ya te diriges a casa. La noche parece tranquila, las calles casi están deshabitadas de transeúntes. Mientras caminas, te distraes mirando las notificaciones de tu móvil.

Entonces pasas por delante de un grupo de chicos que charlan sentados en un portal. Ellos se quedan callados cuando te acercas, te observan y en sus miradas penetrantes percibes algo de peligro. Escuchas decir “¿A dónde vas tan sola, guapa?” Caminas más rápido y con algo de inquietud, y junto a tus pasos escuchas ahora otros. Hay risas y comentarios obscenos sobre tu cuerpo. “Párate, ya verás que bien lo pasamos”. Estás muy nerviosa, te tropiezas con algunas personas en tu camino, pero parece ser que nadie percibe tu intranquilidad.

Eres una presa que huye indefensa de una manada de lobos que quieren divertirse contigo. Uno de ellos se acerca a ti y te agarra por el hombro. Te detiene en seco. Ellos te rodean y tú miras al suelo. “¿Cómo te llamas preciosa?”, pregunta uno. “¿No me quieres contestar? Déjame ver si tienes lengua…” Y se ríen.

Tragas saliva. La rabia que estabas reprimiendo en tu estómago está desatándose ferozmente. Alzas la mirada con ira, te hierve la sangre. “NI SE TE OCURRA TOCARME”, gritas. Ellos se sorprenden por un momento, pero vuelven a emitir sonoras carcajadas. Uno acerca su mano a tu pelo, pidiendo que te calmes. Tú respondes con un acertado rodillazo en sus genitales. El miedo se ha convertido en una fuerza descomunal. Sin tiempo a que puedan reaccionar, le propinas un puñetazo a otro en su mandíbula y un empujón al tercero. “NO SOY VUESTRO JUGUETE”, te oyes gritar de nuevo, casi sin reconocerte.

Otra mujer que también se dirigía a su casa contempla la escena desde la otra acera y cruza apresuradamente con la intención de apoyarte. Una vecina ha salido de su casa en camisón y bien armada con una raqueta de tenis, al grito de “¡LÁRGENSE DE AQUÍ, ACOSADORES!”. Ahora los lobos ya no muestran una actitud tan chulesca y agresiva, y dudando un poco, huyen con paso rápido, quejándose de sus heridas.

ALGÚN DÍA LO PENSARÉIS ANTES DE ACOSARNOS, INSULTARNOS, AGREDIRNOS Y/O VIOLARNOS. NO SOMOS PRESAS, SOMOS LOBAS FURIOSAS. Y ESTAMOS DISPUESTAS A MORDER A QUIENES PRETENDAN CAZARNOS.

Esta historia está dirigida a todas las víctimas, las que siguen vivas y las que fueron asesinadas, del acoso callejero y de la violencia machista. ¡SOMOS MANADA!

Dani Curbelo @Danmarcur

Sunday, October 5, 2014

La imposición y la socialización del género



Cada persona debe elegir libremente el género al que pertenece según los momentos y etapas de la vida.

Aunque muchos crean que el hombre y la mujer son una expresión natural de un plano genético, el género es producto de la cultura y del pensamiento humano, una construcción social que crea la verdadera naturaleza de todo individuo. Partiendo de ese supuesto, es necesario emprender un proceso de-construcción que consiste en mostrar cómo se ha construido un concepto cualquiera a partir de procesos históricos y acumulaciones metafóricas e intentar mostrar que lo claro y evidente dista de serlo. El género es la institucionalización del control masculino sobre la mujer, los hijos y la sociedad, que perpetúa la posición subordinada de la mujer. Es importante también no utilizar términos "género-específicos" sino palabras "género-neutrales", para que no haya diferencias de conducta ni responsabilidad entre el hombre y la mujer en la familia. El uso del lenguaje ha creado un amplio debate conflictivo, a día de hoy el uso de la "x" o la "e" como alternativas neutrales, es indispensable para que haya un tratamiento justo y ausencia de discriminación.

En esta sociedad la división estricta del trabajo por sexos es un invento social común a toda sociedad conocida, crea dos géneros muy separados y la necesidad de que el hombre y la mujer se junten por razones económicas. Se contribuye así a orientar sus exigencias sexuales hacia la realización heterosexual y a asegurar la reproducción biológica. El ser humano nace sexualmente neutral y luego es socializado como hombre o mujer. Por eso es tremendamente imprescindible educar a las personas durante su infancia sin juguetes o tareas "sexo-específicas" y sin "estereotipos". Es estrictamente necesario hacer una de-construcción completa; libre de imposiociones sociales de la misma institución de las relaciones sexuales, en que hombre y mujer desempeñan un rol bien definido, somos de sexualidad polimórfica por naturaleza.



LA IMPOSICIÓN DEL GÉNERO:

Los estereotipos persisten porque son transmitidos en el proceso de socialización: Durante la socialización en la educación primaria, en la que el/la infante, a través de la familia, observa
como el padre desempeña unos determinados roles mientras que a la madre le corresponden
otros, al mismo tiempo que poco a poco se va incorporando a un grupo de referencia u otro según sea el género que se le ha asignado al nacer, construyendo así su propia identidad. Esta socialización inicial es continuada por la escuela (socialización secundaria), consolidándose las diferencias en socialización de hombres y mujeres que a su vez contribuyen al mantenimiento de los estereotipos de género.

La pertenencia a una u otra categoría sexual va a determinar distintas realidades sociales en la interacción con otras personas así como diferencias en la identidad de los individuos, lo cual condicionará su comportamiento futuro, es decir, las futuras elecciones como: carrera, aficiones, etc. Y por supuesto el desempeño profesional posterior, porque la mujer asumirá funciones familiares de mantenimiento del hogar, cuidado de los hijos y personas mayores, tareas que tendrá que compatibilizar con su trabajo. De ahí que, si persisten estas diferencias es porque mujeres y hombres interiorizan de forma automática su propio estereotipo.

Los estereotipos (creencias generalizadas sobre los atributos que caracterizan a un determinado grupo social) sobre los géneros se han ido formando en épocas anteriores y son transmitidos a
través del proceso de socialización, sin que hubiese apenas modificaciones a lo largo de este período con cambios estructurales tan profundos; es decir, la situación social ha cambiado pero no lo ha
hecho el estereotipo correspondiente al hombre y a la mujer y seguimos manteniendo los
estereotipos correspondientes a la sociedad decimonónica, por tanto han quedado obsoletos, en
cuanto no cumplen la función de éstos, que es permitir adaptarnos mejor a la realidad en cuanto
representan las características fundamentales de un grupo.

El género es un constructo que hace referencia a las características psicosociales (rasgos, roles, motivaciones y conductas) asignados diferencialmente a hombres y mujeres dentro de cada cultura. El estereotipo de género está fuertemente arraigado a las creencias culturales compartidas sobre las
características psicosociales que se consideran prototípicas.

LA SOCIALIZACIÓN DEL GÉNERO:

La socialización de género es el proceso mediante el cual se aprende qué tipo de comportamientos (valores, intereses, emociones y cualidades psicológicas) son consideradas socialmente adecuadas para hombres y cuáles para mujeres. Estos procesos dependen de normas que se aplican desde cada contexto social. Una socialización diferencial en función del sexo explica, diferencias de género en intereses o expresión de emociones. Los estereotipos de Género se adquieren a través de procesos de aprendizaje en los que intervienen además de factores culturales comunes a la sociedad donde vivimos (como los medios de comunicación, entre otros) o los más cercarnos; familia, escuela, amigos...


SEXISMO SOCIAL Y FAMILIA:

Las creencias sobre los roles (a menudo sexistas), que se consideran adecuados para hombres y para mujeres, así como las creencias acerca de las relaciones que los miembros de ambos sexos deben mantener entre sí, de modo que se perpetúe la situación de subordinación y la subyugación de las mujeres. Los propios roles son impuestos por la sociedad a la hora de la concepción de la familia; generalmente monógama (aunque ahora mucho menos extendida) debido a la moral judeocristiana impuesta, pareja (matrimonio, relación civil...) hombre-mujer. Punto en el que nuevamente habría que hacer una de-construcción, pues la familia tal y como se conoce no tiene por qué ser así, se trata de desprenderse de todo aquello cuanto se nos ha impuesto, abriendo la mente a otros tipos de relación.


DE-CONSTRUCCIÓN: 

Es denunciar las ideas, el lenguaje hegemónico y renunciar a todo tipo de imposición derivada de la sociedad.





Judith Butler:
“El género es una construcción cultural; por consiguiente, no es el resultado causal del sexo, ni tan aparentemente fijo como el sexo… Al teorizar que el género es una construcción radicalmente independiente del sexo, el género mismo viene a ser un artificio libre de ataduras.En consecuencia varón y masculino podrían significar tanto un cuerpo femenino como uno masculino; mujer y femenino, tanto un cuerpo masculino como uno femenino”.



Shulamith Firestone:
"Lo natural no es necesariamente un valor humano. La humanidad ha comenzado a sobrepasar a la naturaleza; ya no podemos justificar la continuación de un sistema discriminatorio de clases por sexos sobre la base de sus orígenes en la Naturaleza. De hecho, por la sola razón de pragmatismo empieza a parecer que debemos deshacernos de ella".


Mis más sinceras disculpas si algunes compañeres pudiesen sentirse ofendides por este articulo, no es mi intención en ningún momento.
Pavlichenko